E. Gancedo
Sin alharacas, sin consignas, sin adscripciones políticas. Sin dobles intenciones. Lo de Xosepe Vega con la lengua vernácula de León y Asturias es un amor que sabíamos profundo y que venía de muchos años atrás, pero lo que ha dado ahora a la imprenta ha sorprendido a todos. Una de las personas que mejor conoce el habla viva de las comarcas en las que aún goza de vigor esta lengua, que ha mantenido una línea de independencia y de respeto por la realidad lingüística leonesa tantas veces a contracorriente, saca ahora a la luz un libro conmovedor: Epífora y outros rellatos . Se trata de la primera obra de la colección de narrativa Cuéndiga de pallabras (la de poesía ya comenzó con Poemas pa nun ser lleídos , de Francisco Pozuelo), un ambicioso proyecto de literatura en asturleonés de Llibros Filandón que destaca sobremanera por la muy cuidada edición de sus producciones.
«En realidad yo no estoy tan seguro de que, si hubiera sido escrito en castellano, el resultado, literariamente hablando, hubiera sido muy diferente -explica Xosepe Vega-. Es cierto que algunos lectores me han señalado la adecuación, en su opinión, de la sonoridad de este idioma con el contenido y tono general de las historias, pero habría que hacer la prueba con una traducción al castellano o al inglés para saber si se trata de algo tan determinante. El hecho, no obstante, es que está escrito en una lengua que hoy hablan muy pocas personas, y leen muchas menos. Habrá quien piense que a mí, como escritor, eso me perjudica, pues limito el horizonte comunicativo, el universo total de gente con los que podría llegar a conectar literariamente. Pero esa ha sido mi elección».
Un valor añadido
«Un cuento se crea desde un punto de partida con un final que vislumbras en tu cabeza desde el primer momento -continúa Vega-. El hecho de que esa ruta literaria se dibuje en tu imaginación con unas palabras o con otras determina inevitablemente la elección lingüística del escritor. No creo que me hubiera sido posible desarrollarla si renunciara a esas primeras voces con las que aparecieron en mi mente. Y no creo tampoco que me aporte personalmente ni más ni menos escribir en un idioma a los que muchos niegan una categoría propia dentro de la realidad. Este no es un libro-protesta. Es algo que tenía que hacer así, si quería ser honesto conmigo mismo». Pero, ¿qué le puede aportar este libro al lector? «Pienso que a los leoneses, en general, la experiencia de la lectura de literatura en lengua asturleonesa les suele reportar un valor añadido -reflexiona-. Desde el lanzamiento del libro he recibido muchos comentarios en este sentido. Hay personas que jamás habían leído un libro en leonés, y para los que ha sido su primera experiencia con este idioma. Muchos me han dicho que, salvada la barrera de un sistema ortográfico que desconocían, y de ver puestos con letras impresas sonidos diferentes a los del castellano, una vez imbuidos en lo que es propiamente la experiencia literaria, vivían además, continuamente, una experiencia añadida de reencuentro con palabras que conocían, usaban en contextos muy limitados o habían oído a otros, pero que no sabían que era leonés».
«Algunos me han dicho que ahora sí entienden eso de que ‘el leonés parece invisible’ y que habían rectificado su postura sobre la existencia del idioma. Simplemente la negaban porque no sabían lo que tenían que escuchar. Leer en leonés implica reconocer el leonés, de la misma manera que mirar a la cara de una persona lleva a reconocer a esa persona», argumenta. Por otra parte, sobre la sustancia real o imaginada que pueda haber en Epífora y outros rellatos , responde Xosepe Vega que la literatura «es un tejido de realidades y de proyecciones intelectuales. Por supuesto que los relatos de este libro están llenos de casos, anécdotas y situaciones vividas, por mí, o por personas que alguna vez conocí; pero otros momentos son formas de trascender la realidad, de imaginarla como a mí me hubiera gustado que fuera».
«No son situaciones autobiográficas, si es eso lo que me preguntas -se apresura a añadir-, pero sí que son acontecimientos que pertenecen a mi vida, a la real o a la imaginada. Y, en mi opinión, no sé si la literatura puede llegar a ser literatura si la ficción no interviene en la realidad». «…Naquellos años, las esteladas calles d’aquella avieyada ciudá llionesa yeran llugares mui diferentes de los que son agora. Cuasi nun había automóviles que las recorrieran y las calzadas inda mostrábanse empedriadas con un pavés agrisáu que brillaba cumo’l metal cuando chovía. Nesos días húmedos, las gotas recudíanse a sí mesmas del cielu con un arume dulce cumo’l miel, y estartallábanse escontral’l suelu entre mil ecos que sonaban cumo campaniellas de cobre; y nestóncenes, los amarrotaos cantos del pavés paecían abrir las súas escondidas boucas, emborrachándose de forma tala cono llicor qu’arramaban los cielos, que facían esbariar y tarambicar a los viandantes…».
«Tenemos previstas dos obras más de poesía y una de narrativa»
En poco más de un mes, desde la editorial Llibros Filandón se han publicado casi más libros en esta lengua que en largos años anteriores, y la pretensión, aunque ardua y dificultosa, tiene todos los visos de continuar. ¿Es así? «Sí. Creo que respondemos a una demanda real -responde Xosepe-. Tenemos previstos ya dos libros más de poesía, uno de un autor leonés y otro zamorano, que estarán en las librerías antes de final de año. Y este mismo mes estará a la venta un nuevo libro mío: Breve hestoria d’un gamusinu . Se trata de una fábula poética por la que tengo un especial cariño, y que bucea en un espacio absolutamente mítico de lo leonés, tanto en lo propiamente material como en lo emocional. Tampoco es una historia autobiográfica. Por cierto, desmiento de antemano que yo sea un gamusino». A la espera, pues, de esos libros, por ahora Epífora está llenando de sonoridad, nostalgia y ritmo las horas de muchos lectores. Y así como la variedad más noroccidental o patsuezu cuenta desde hace años con la figura sobresaliente del autor de Palacios del Sil Roberto González-Quevedo, otra variante viva, la cabreiresa-maragata, alcanza aquí una enorme cota de calidad. Un libro delicioso que nos lleva un mundo personal, mágico y… muy prestoso .
(del Diario de León, 06-09-2008)
Libro muy muy recomendable.